Notas sobre Dyss
El paso del río muerto
Atravesamos los vastos territorios de los dominios del Ciervo hasta que gradualmente fueron quedando atrás las extensas planicies, después de varias jornadas de camino siguiendo siempre el margen del río. La tierra, se tornó pardusca y grisácea, tornándose más y más áspera y arisca a medida que dejábamos atrás los densos pastos que se mecían suavemente al compás de la brisa, y que nos habían acompañado durante la totalidad de dos ciclos