Un fuego arde en la Tierra del Espíritu del Ave,


en la Tierra del Espíritu del Ave yace mi amado.


Una tormenta azota la Tierra del Espíritu del Ave,


dispersaré a las negras aves carroñeras.


Velaré sobre los restos y cenizas de mi amado,


estaré con él en la Tierra del Espíritu del Ave.


Un fuego arde en la Tierra del Espíritu del Ave.


Mis huesos arden.


Allí debo ir.