Yo trabajé para ellos hasta hace seis u ocho meses escasos. Aún me preguntan ¿por qué lo dejaste? y yo, siento que nadie me comprende, ni que puedo dar una explicación satisfactoria. Tampoco es que deba hacerlo, pero a mis más íntimos trato muchas veces de explicarlo. Quizás esto ayude.

La «señora» gana unas ochocientas mil de las antiguas pesetas al mes, que le pagas tú, entre otros.