Aquel viejo y querido país desconocido…
Porque sigues siendo una de las cuatro esquinas del mundo...
Porque sigues siendo una de las cuatro esquinas del mundo...
Respiré tu aire. Vi tus costas. Te amé para siempre... Decía Chesterton que un viajero ve lo que es y que un turista ve lo que ha venido a ver. Me resulta tan curiosa y acertada la apreciación de Chesterton. Cómo divide tan hábilmente la curiosidad plena del individuo en elegancia, grandeza y dignidad frente a la de un mamarracho al que sólo le preocupa la calidad de la comida.