Necesidades
Cuando a mi amiga Ana se enteró de que la pulsera de “Tous” tenía que ser comprada en un establecimiento autorizado, no dudó en coger su iPod, algunas gominolas y ponerse cómoda delante de las puertas de uno de los locales de la firma que hacía poco había sido abierto en un centro comercial de la localidad. Tras deleitarse y sufrir al mismo tiempo unas tres largas horas de cola, finalmente pudo