cuento

El viento entre los árboles

Por |2011-03-15T19:27:08-04:00marzo 15th, 2011|Regiones míticas, Todas las cosas jamás soñadas|

Hay un siseo entre tú y yo, con un firmamento allá abajo, esperando. Cuando extiendes los brazos lo puedo abrazar, en un esfuerzo que no es inútil, si sabes a qué me refiero. Es frío, es acogedor, es el viento entre los árboles. Y es la noche que me reflejan tus ojos. Me dejo acunar, dulce, amargo y tan... benévolo..., que aquí deseo vivir hasta el fin de los días. Pues te

Secretos de la calle

Por |2011-02-24T22:48:11-05:00febrero 24th, 2011|Libro de horas, Todas las cosas jamás soñadas|

Esta mañana, al alba, mientras la última luna de febrero aún centelleaba en el firmamento, vi las farolas de la calle Somers curvar sus esbeltos y largos cuellos para alcanzar así los charcos y beber en silencio. Las contemplé desde mi escondrijo, tan elegantes, tan discretas. Se mecen como espigas al sol, como altas jirafas, como tallos que pliegan al arrullo del largo invierno, emitiendo un leve murmullo que se extiende a

Carreteras secundarias

Por |2011-02-22T17:17:40-05:00febrero 21st, 2011|Todas las cosas jamás soñadas|

Recuerdo las clases de piano de mamá llenando de notas todos los momentos de la casa grande, en las tardes soleadas. Y del mismo modo, como la Rachel que conociste en aquella gran película, tampoco olvido los cientos y cientos de pequeñas arañas que, tras nacer de los huevos que su madre había puesto, poco después la devorarían en la misma ventana del sótano. La que da al huerto de los tulipanes.

Extracto de una tarde

Por |2011-02-12T13:48:28-05:00febrero 16th, 2011|Todas las cosas jamás soñadas|

Si has sido una gran persona y has sabido cuidar de los tuyos. Si conseguiste ser un gran hombre, no tienes que preocuparte pues, al final de tu vida de transformarás en un enorme pez en cuya forma podrás nadar, libre, por todos los cursos de agua, por cada río y por todos los lagos de la tierra, inmortal, hasta el final de los días del mundo. Leyenda india

Extracto de un verano

Por |2011-02-14T12:54:44-05:00febrero 14th, 2011|Todas las cosas jamás soñadas|

A la luz del ventanal del ala oeste pasan las tardes Sarah y Kebetta, preparando meriendas para sus mejores amigos de trapo. Sarah, rubia y pecosa; Kebetta, morena y delicada, con una gran mancha oscura en su falda listada de bandas azuladas. Ahora juegan más tranquilas ya que Sarah no se enfada tanto con Kebetta, e incluso ¡es más divertido! Pues cuando Sarah alarga su mano para tocar a Kebetta, ésta sólo

Mi pequeño prisionero

Por |2011-02-07T01:29:25-05:00febrero 7th, 2011|Todas las cosas jamás soñadas|

Cada día subía al desván donde, sujeto a una cadenilla de plata, mantuve a mi ánimo encadenado. Hace tiempo que lo tenía prisionero, no tenía más remedio. Él, adoraba tumbarse dentro del cálido cuadradito luminoso que un rayito de sol arroja sobre las tablas, alrededor de la media tarde. Cuando subía a visitarle solía hacerse el dormido. Me sentaba, próximo a él, y escuchaba su respiración lenta, sosegada, como una brisa entre

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