Dyss, sello general

Dyss consciente, hace y deshace. Los habitantes de Dyss lo saben, lo aceptan. Es el orden natural de las cosas; natural en un mundo cambiante claro está.

La Tierra de Dyss es capaz de alterar tanto su morfología como algunas de las  características que la hacen única. Esto puede dar lugar a la presencia de elementos y estructuras, ya sea por su propia voluntad, o en algunos casos, por causa directa de la mente consciente de los seres que la habitan. Esta capacidad puede incluso dar lugar al cambio más drástico e incomprensible, la generación completa de seres míticos; los "Mito-Imagos" o “Mitagos”.

Pero esto no significa que la orografía en Dyss sea un caos absoluto. Dyss posee sus mapas, sus caminos, sus rutas y todos los senderos que llevan a sus habitantes de un lugar a otro, como cualquier otra tierra. Aquí también hay cruces de caminos con letreros que indican hacia dónde conduce este sendero o el otro.

Entonces…, ¿qué importa si ayer había un recodo que giraba hacia el este al final del bosquecillo de álamos y hoy en su lugar hay tres curvas zigzagueando a derecha e izquierda? ¿Acaso importa que este rio ya no pase por allí, rodeando la colina baja, al sur del prado tras el viejo molino?

Esa es la aceptación que da la fuerza de la costumbre. Si te acostumbras a los cambios, puede que después no resulte tan terrible.

Además de la misma tierra, que estudiaremos más adelante, todos los seres que habitan Dyss poseen la fuerza y capacidad de generar cambios. Estos cambios normalmente son muy pequeños e imperceptibles. Los cambios pueden ser producidos por un individuo, por un grupo de individuos, por un pueblo, por una ciudad o por una raza o cultura al completo.

Hay individuos capaces de generar cambios de mayor intensidad de la que es capaz todo un asentamiento. Hay regiones alteradas por completo por todo un pueblo y pueblos que no han alterado una miaja de terreno nada en absoluto en toda su historia.

Todo es variable, hay muchos factores, todo es incierto. No hay leyes únicas. Lo único e inmutable, lo seguro y estable, no sobrevive.

Generalmente no está asociado al deseo de producirlos. Los cambios se producen por las emociones de los seres conscientes. El dolor, la necesidad de héroes, la angustia, el sufrimiento, la alegría, el miedo, la rabia, la furia, todos los sentimientos que los seres llevan consigo, cristalizan en cambios a lo largo de Las Tierras de Dyss alterando su morfología, entre otras cosas.

Los cambios dependen de lo que los seres llevan consigo, de lo que tienen dentro. Su fortaleza, su voluntad, su fuerza vital, es el determinante. Por eso, hay cambios que afectan a una región entera producidos por un solo viajero que simplemente ha pasado por la zona, o bien a lo largo de su estancia en la región durante un tiempo. Hay alteraciones en cambio muy pequeñas, que han sido generadas por todo un pueblo en una región, entre los cuales quizás unos pocos miembros han sido los determinantes, o puede que el grupo al completo a lo largo del tiempo.

Los cambios no se pueden prever. Es Dyss la que reacciona a las emociones de los seres conscientes  y cambia en consecuencia. No se planifican, no se determinan ni se proyectan, y quien diga lo contrario, miente.

Los cambios que producen los habitantes nativos de Dyss son bastante pequeños, la mayor parte de las veces son imperceptibles, aunque varía también según la región. Sin embargo, normalmente suelen ser  prolongados, permaneciendo fijos muchísimo tiempo y llegando algunos incluso a hacerse permanentes. Los nativos de Dyss producen pues, por lo general, cambios más estables.

No ocurre así sin embargo con los cambios que son capaces de producir "los Extranjeros". Un extranjero en Dyss es un no-nativo, alguien que no ha nacido en Las Tierras de Dyss y que por algún motivo ha llegado hasta ellas a través de las encrucijadas, atravesando las fronteras, o por medio de otros senderos que conducen a otras tierras más allá de los círculos de Dyss. Los extranjeros, en su deambular, son capaces de generar los cambios más importantes y de una intensidad a veces, dramática. Estos cambios producidos por los extranjeros son por el contrario, usualmente poco duraderos.

Hay cambios que han alterado regiones enteras por el simple paso de un extranjero itinerante, hay otros que no han generado alteraciones en absoluto o sólo después de su permanencia en una región durante algún tiempo, aunque eso no es muy frecuente. En cualquier caso, lo normal es que el tránsito de un extranjero traiga consecuencias serias. Es como ya he dicho, producto de lo que cada uno lleva consigo y de la naturaleza del propio individuo.

Los cambios más frecuentes normalmente son alteraciones morfológicas del territorio y del paisaje. Generalmente son imperceptibles, pero pueden consistir, por ejemplo, en el crecimiento de un pequeño grupo de arbolillos, el nacimiento o desaparición de un bosquecillo,  la aparición de la noche a la mañana de una pequeña colina, o llegar a la transformación completa de zonas enteras.

Las transformaciones no se limitan tan solo a meros cambios del paisaje, los cambios también crean y desvanecen elementos, construcciones y edificaciones, e incluso, dan forma a "seres".

Un cambio puede hacer aparecer una vieja torre abandonada donde antes solo había un grupo de peñascos, “crear” un castillo en ruinas en medio de un bosque de robles o llegar hasta la generación total de seres conscientes. Estos últimos llamados: "Mito-Imagos" o “Mitagos”, son los más sorprendentes y se explican en su propio apartado.

El tiempo necesario para producirse un cambio no suele ser apreciable a simple vista, llevando el ritmo de las cosas que crecen. Generalmente transcurren de la noche a la mañana, o el tiempo que tarda en abrirse una flor o en ponerse el sol.
Sólo los cambios más poderosos transcurren a simple vista en cuestión de minutos. Un cambio intenso, como el de una región puede tardar semanas. La aparición de los "Mitagos", que como hemos comentado, son cambios capaces de producir "seres completos", pueden llevar semanas o meses. La generación de éstos se produce lenta y de forma gradual, hasta que de repente y cuando están totalmente formados, surgen de la tierra envueltos en tierra y hojas secas, confusos y desorientados.

La causa de este último tipo de cambios, normalmente va asociado al deseo colectivo de un grupo de individuos de recibir auxilio o algún tipo de ayuda, o bien a la necesidad de un sólo viajero con una capacidad fuera de lo común.
Como he comentado, las características de los cambios son algo variable e incierto. Todo depende de la naturaleza de los que lo producen, de su propia fuerza vital y de la intensidad de sus emociones.- Los vórtices canalizan todas estas emociones y en torno a ellos se producen estas manifestaciones del poder mítico y misterioso de Dyss.

Aunque todas las zonas son susceptibles de tener cambios, éstos se producen especialmente, y con mayor frecuencia e intensidad, en las regiones más interiores de Dyss que en la periferia, donde suelen ser menos intensos y en muchos casos, imperceptibles.

A su vez, existen vastas regiones denominadas: Regiones Cambiantes, donde la fuerza y frecuencia de los cambios es realmente dramática. Y aunque esas regiones se encuentran en las zonas remotas más septentrionales, hay pequeñas zonas cambiantes salpicando la geografía, en esporádicos puntos aislados, repartidos por toda la Tierra de Dyss. Sólo los mejores mapas pueden señalar estos puntos aislados, donde adentrarse es siempre un riesgo para los que no están prevenidos.

Los cambios no tienen por qué ser únicos. Diferentes cambios pueden sucederse a través de diferentes realidades, o lo que es lo mismo, pueden sucederse varios cambios al mismo tiempo, manteniéndose todos a la vez en un mismo sitio. Diferentes realidades de Dyss coexisten en un único lugar, y si se pretende llegar a ellas, es necesario emplear las encrucijadas. Éstas, como cruces de caminos, conducen al viajero a diferentes lugares y momentos.

Las encrucijadas abren senderos a través de los cambios y hace falta magia o talento natural para encontrar esos cruces y un intenso deseo de hallarlos.

Existen dos importantes regiones cambiantes en Dyss. Las Regiones Cambiantes de Oriente y las Regiones Cambiantes de Occidente.

En las Regiones de Oriente, los cambios que ocurren son de mayor importancia e intensidad, aunque más predecibles y que se suceden con menor frecuencia; además de existir un número mucho menor de cambios en un mismo sitio que se superpongan al mismo tiempo.

Las regiones de Occidente, en cambio, se comportan de forma opuesta. Allí se producen cambios más frecuentemente, aunque más pequeños en importancia e intensidad. Estos cambios son allí, eso sí, más caóticos.
En las regiones de Occidente los cambios, además de ocurrir con más asiduidad, también se suceden en mayor número en un mismo lugar y al mismo tiempo, dando lugar a muchos pequeños cambios superpuestos o "pliegues",  en el mismo sitio.

Las Zonas Cambiantes pueden ser muchas cosas pero ante todo, son extremadamente peligrosas. Un individuo puede verse desterrado de todo lo que conoce involuntariamente, convirtiendo la realidad a su alrededor en una tragedia en un abrir y cerrar de ojos.
A su vez, un grupo de individuos, o un pueblo entero, puede verse separado en diferentes cambios al mismo tiempo, quedando aislados unos de otros, exiliándolos, con consecuencias dramáticas.

¿Sirve de algo un mapa entonces en Dyss? Por supuesto. Pero no de la forma a la que estamos acostumbrados. Los mapas precisos no funcionan y si bien sirven de guía, el talento, el instinto y sobre todo, la experiencia, deben contrarrestar las inexactitudes que cabe esperar se hayan tenido en cuenta en un buen mapa; algo que un buen cartógrafo sabrá explicarte mucho mejor que yo misma.