relato

Extractos

Por |2011-01-31T15:53:36-05:00enero 29th, 2011|Todas las cosas jamás soñadas|

[...] La vio cruzar súbitamente a través del paso del este, un borrón entre los helechos que exhalaba una nube de hojas de septiembre. Tan hermosa que el invierno se antojaba verano de tanta sangre inquieta. Sus miradas se cruzaron una sola vez, y atravesándolo, lo dejaron postrado como la corteza del abedul que se prepara para el invierno, sin una razón para seguir guardando aquel cascarón perdido entre el suelo del

Carta de Don Gregorio.

Por |2010-05-21T23:18:12-04:00marzo 6th, 2010|Libro de horas, Todas las cosas jamás soñadas|

Carta de D. Gregorio. (La lengua de las mariposas). Querido amigo: Tuviste suerte al marcharte a Buenos Aires. A mí, ya me llevan a matar. Muy magullado, pero más por las palabras que por las pedradas. Especialmente por las de todos aquellos que más quise. Las palabras son como los gusanos de seda, envueltos en capullos que florecen cuando llega la primavera del terror y los dramas, explotando al fin con todo

Luces y reflejos

Por |2012-02-09T21:48:16-05:00enero 28th, 2010|Regiones míticas, Todas las cosas jamás soñadas|

Existe una joven dama a la que le gusta coser bajo la luz de un enorme ventanal, todas aquellas labores que por hacerse, protestan desde ese lugar que en alguna parte reclama por su momento.  Cuando ella se entrega a su tarea con el sol de la media tarde, entre punte y despunte, las cristaleras de su balcón se visten de ella. Corren abajo los niños entre las piedras de la calle,

El país de los deseos

Por |2010-05-21T23:05:56-04:00noviembre 26th, 2009|Libro de horas, Regiones míticas|

Aquel cine suponía la zona franca. Allí donde la verdad de las cosas no importaba y los anhelos se convertían en sucesos. Al menos, durante un par de horas. Ella y yo solíamos ir al cine. Siendo amigos solamente, jamás compartimos nada más allá de lo que la amistad concede. No fuimos pareja, no mantuvimos ninguna relación y nunca le robé un beso, pese a que era el mayor de mis deseos

Los niños salvajes (revisado)

Por |2009-10-25T01:06:45-04:00octubre 25th, 2009|Regiones míticas, Todas las cosas jamás soñadas|

Entre un revoloteo de hojarasca y los últimos rayos de sol arrastrándose a través de los árboles, llegaron los niños salvajes. Iban prácticamente desnudos, cubriéndose con lo que habían encontrado en sus vagabundeos y lo que ellos consideraron que podía servir de atuendo. El que fuera digno era el menor de sus problemas. Algunos llevaban una camisa, blusa o pantalón bastante raído. Otros se vestían apenas con una manta. Con suerte alguno

La Tierra amarga de Isan Reese

Por |2009-06-26T17:31:23-04:00junio 9th, 2009|Dyss Mítica, Libro de horas, Regiones míticas|

Tengo una tierra en la cual nada crece, salvo destellos de lo que una vez pudo ser y no fue. Esto ocasiona que allí, el sabor de una arena dorada se mezcla en la miel de mi bebida. Aún, después de probarla infinidad de veces, no la reconozco. Lo cierto es que no sé qué hacer con ella nada en absoluto. En la Tierra de Isan Reese hace mucho tiempo que se

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