Buscando Nuncajamás
Había una vez una niña bajita y delgaducha, de cabello negro y una mirada tímida que, tras unas gafas que en muy poco la favorecían, ocultaba una aguda inteligencia. Esta niña, con once años sólo quería una cosa: aprender a jugar a Magic. Por aquel entonces, aquellas cartitas que después arrasarían con el mundo friki, eran muy poco conocidas. En los colegios aún no eran tan populares como después lo serían, por