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El señor Plimm

Por |2013-04-26T01:43:35-04:00septiembre 1st, 2012|Regiones míticas, Todas las cosas jamás soñadas|

La primera vez que vi al señor Plimm fue paseando por el viejo puerto una fría tarde de abril. Deambulaba entre las abandonadas vías del tren con su paraguas azul a modo de sombrilla, siempre acompañado de su cabrita Petra. Resultó difícil pasar por alto a un hombre como aquel, tan cargado de hombros, que paseaba a una pequeña cabra sujeta con un cordoncillo de cuero trenzado, envuelto en un gabán que

Extractos de septiembre

Por |2011-02-01T17:13:25-05:00enero 31st, 2011|Todas las cosas jamás soñadas|

A las seis cuarenta y cinco de la tarde, puntualmente, Johannes apoya con cuidado la bicicleta sobre la hiedra que recubre la vieja casa en la calle de los Jacintos, donde vive la Sra. Rosa. A pesar de las habladurías, pues la Sra. Rosa es viuda reciente, se entregan a su amor; que es lo único que importa. Entre suspiros, ella le susurra en más de una ocasión: "No te apartes jamás

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