La espiga

Por |2011-05-20T01:10:58-04:00mayo 19th, 2011|Libro de horas, Todas las cosas jamás soñadas|

Los días quince, dieciséis y diecisiete llovió sin parar. Cuando la gente volvió a salir de sus casas un cielo azul asomó más allá de las montañas desde dondequiera que hubiese estado escondido, tras unos días de meditación que no le vinieron mal a unos cuantos, y que pusieron en orden las relaciones conyugales de no precisamente otros pocos; pero menos que los que, más que ordenarlas, las extraviaron. Pero lo más