Dyss, sello general

"Al igual que todos vosotros, esta mañana al despertarme, percibí el aroma del Névora, el leve olor a vainilla que precede a algún cambio en la región. Una emanación de la tierra que nos previene de que algo está a punto de suceder. La gente parece aceptarlo como una parte más de nuestra vida cotidiana; sin embargo, no resulta tan sencillo para muchos otros el tratar de disimular su nerviosismo".

"¿Se retorcerá esta vez el camino que lleva al viejo molino, cambiando el curso del arroyo?, o las tierras de labranza de la granja al sur de la arboleda, junto a la alberca, ¿se convertirán en esta ocasión en un montón de peñascos?"

"Resultan todas éstas preguntas algo triviales pues, como sabéis, lo que está sujeto al poder de un nombre sólo sufre cambios bajo circunstancias muy excepcionales, siendo bastante raros en nuestros días. No obstante, a medida que los anillos del tiempo se aproximan al Año Cero, la tierra se ve sacudida cada vez más por convulsiones que provocan con más frecuencia que tardanza un terror profundo en los corazones más débiles, y un malestar muy mal disimulado en aquellos de talante más templado".

 

Nemeris

"A la capacidad que posee nuestro mundo de provocar cambios en la realidad se la conoce con el término de Nemeris. Los cambios se deben a que Dyss, como una entidad viva evoluciona, reajustándose debido a la influencia de sus propios pensamientos conscientes e inconscientes y, de forma indirecta, debido a la influencia de los de otras criaturas".

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Todo, absolutamente todo cuanto percibimos existe porque la Gran Consciencia ha decidido hacerlo tangible. Así, Dyss crea la realidad, su propia realidad. Y mientras sea capaz de imaginar cada partícula que compone al mundo, por minúscula que resulte, esa realidad imaginada puede hacerse tangible constituyendo la realidad que percibimos a nuestro alrededor.

Para conseguir esto, es necesario un nivel de consciencia tan abrumador que ha de ser capaz de imaginar antes en el mundo de las ideas todo cuanto después compondrá la realidad, incluyéndose a sí misma; porque si no, no pasaría de ser una inteligencia invisible que, errante, deambula por el cosmos como una fuerza espiritual. De esta forma, Dyss, mediante el poder de la Ellam Yua existente en todo el multiverso, hace tangible a nuestro mundo, o lo que es lo mismo, se hace tangible a sí misma.

RootsNo se trata, como muchos creen, de la creación de un dios omnipotente capaz de darle forma a sus caprichos. Dyss en un ser vivo, una entidad viviente como nosotros, cuya envoltura física o “cuerpo”, tal y como podemos entenderlo, no es ni más ni menos que el mundo en el que vivimos; con sus alegrías y sus tristezas, con todo el júbilo de los días luminosos y con todos los pesares que pueden estar presentes a lo largo de una vida.

Precisamente por eso es por lo que se producen los cambios, porque como ser viviente, como una criatura viva y consciente, es capaz de alterar su morfología además de poder también mutar; obedeciendo sólo a los mandatos de su propia voluntad.

Pero, ¿Qué son los cambios?, ¿cómo, de qué tipo son y por qué se producen? Y sobre todo ¿por qué Dyss toma la decisión de llevarlos a cabo?

Los cambios no son otra cosa que alteraciones de nuestro propio mundo que, como una entidad viva evoluciona, reajustándose, amoldándose y obedeciendo a los deseos conscientes e inconscientes de sus propios pensamientos. Y de forma indirecta, debido también a la influencia de los de otras criaturas.

A esta capacidad innata y natural de nuestro mundo de poder cambiar se la conoce como Nemeris.

Existen muchas razones para que éstos se produzcan. La tierra se agita en convulsiones, casi siempre imperceptibles, a veces muy leves, y en ocasiones, con resultados dramáticos. Lo hace porque la tierra, al ser un ser viviente, se mantiene en un estado de constante transformación tal y como lo estamos nosotros desde que nacemos del vientre de nuestra madre hasta que los últimos puñados de tierra cubren nuestra tumba. Sólo la muerte representa la ausencia de cambios.

Pero no se trata tan sólo de la naturaleza de su propia mutabilidad. A este hecho debe sumarse el que, si Dyss posee la fascinante capacidad de hacer tangible su propia realidad, ese poder inconmensurable y maravilloso dista mucho de ser perfecto. En muchos casos, los cambios que sufre nuestro mundo es también el resultado de esas imperfecciones.

Los límites de la consciencia

Para que nuestro mundo exista, Dyss concibe cada partícula en su mente, imaginándola. Pero su mente no es perfecta, aunque a muchos esto les pueda parecer imposible o no quieran ni puedan aceptarlo. Por esta razón, siempre existen trazas de olvido, imperfecciones en su proceso por abarcar todo cuanto constituye lo que después nosotros podemos percibir como real, o como parte del mundo que nos rodea.

El grado de estas imperfecciones muestra un carácter circular, siguiendo un esquema que va desde la perfección de las áreas interiores al deterioro progresivo de las regiones periféricas. La realidad en las zonas interiores alcanza allí su grado de refinamiento más elevado, en contra de los límites de nuestro mundo, donde existe una auténtica barrera fronteriza, o límite sin retorno. Tras cruzar esa línea, la realidad comienza a desvanecerse velozmente, disgregándose; constituyendo los límites de lo que Dyss es capaz de abarcar en su mente. Así, tras la gran barrera, la realidad se destruye en una caída que se precipita hacia la nada. En su borde exterior, Dyss se encuentra en un proceso de degradación constante que la va consumiendo.

A estas regiones se las conocen como “Las Zonas Blandas”. Una destrucción gradual a medida que nos vamos acercando a las regiones externas que cae de forma vertiginosa tras cruzar la línea sin retorno, un punto del cual ya ningún viajero es capaz de regresar.

La aniquilación a la que se ve sometido nuestro mundo también le provoca una agonía espantosa. Un dolor más allá de toda comparación y que a nosotros, criaturas mortales, si fuésemos capaces de sentirla durante una fracción de segundo, nos destruiría en mucho menos de ese tiempo. Parte de todo ese dolor también se hace tangible, formando Imagos; tal y como estudiaremos en otro apartado.

De esta forma podemos darnos cuenta de que ni siquiera la mente de nuestro mundo es perfecta, ni deberíamos considerarlo tampoco de esta manera; aunque existan muchos individuos cuyas ideas harían que tomaran mis palabras como una blasfemia. Una muy grave de la que tendría que pagar con mi vida, y con la de todos los míos.

La voluntad consciente e inconsciente

Las razones de muchos de los efectos de Nemeris son pues, como hemos visto, el producto de trazas de vacío en sus procesos de pensamiento. Sin embargo, muchos otros son producto de sus decisiones directas. Esto significa que es ella la que toma la decisión de llevar a cabo alteraciones que varían en función de cuanto percibe. Dyss interpreta sus percepciones, pues es capaz de hacerse preguntas, estimulando cambios que pueden resultar necesarios o que considera importantes. Las razones para poder entenderlo precisan de explicar antes ciertos detalles.

Como todo ser viviente dotado de una mente sofisticada, Dyss posee diferentes grados de consciencia, por lo que los cambios se producen a dos niveles. Unos suceden a nivel consciente, siguiendo los dictados de su voluntad y de las decisiones que toma en consecuencia. Los otros, los más peligrosos para todas las criaturas que habitan en el mundo, son el resultado del efecto de su inconsciente; lo que a algunos eruditos definen como: “… aquellos cambios que suceden de acuerdo con la voluntad de sus sueños”.

Dyss es un mundo extraordinariamente perceptivo, capaz de sentir los pensamientos, sueños, deseos y emociones de todas las criaturas que la consideran su hogar. A esas percepciones que adquiere trata de darles significado. Una tarea que para ella supone todo un desafío pues, en lo que se refiere a tratar de entendernos, nuestro mundo es como un niño encerrado en sí mismo, incapaz de comunicarse; aunque su mente posea un nivel insólito para nuestra comprensión. Así, al tratar de interpretar lo que obtiene de los habitantes del mundo, lleva a cabo una serie de alteraciones que ella considera necesarias, siempre sujetas a su propio deseo por tratar de comprendernos, observando lo que sucede. Esto le permite intentar comprender una ingente cantidad de imágenes mentales que resultan muy confusas para ella. De sus nuevas percepciones se hace preguntas, emitiendo conclusiones que la conducen una vez más a realizar otros cambios. Así, éste ciclo se repite una y otra vez, realizando nuevas alteraciones que le permitan obtener más y más información. Un proceso que puede resultar tan extraordinario como cruel al mismo tiempo, siempre bajo nuestro punto de vista. Es muy importante señalar que, con el tiempo, Dyss ha aprendido mucho de este proceso. Por ello, ha aprendido también a respetar el significado de la vida y el de la seguridad de las criaturas del mundo, no considerándolas meros juguetes.

Por otra parte, de esas mismas percepciones Dyss adquiere la sustancia que forma sus propios sueños, acumulándose en su subconsciente. Unos sueños que suelen estar íntimamente ligados al de todas las criaturas que han hecho de ella su hogar. A nivel inconsciente, Dyss sigue haciendo interpretaciones que acarrean cambios, pero esta vez sin darse cuenta de ello. Es decir, que gestándose en su subconsciente se provocan cambios inconscientes sobre la realidad. Podemos decir pues que, Dyss provoca cambios también a través de sus sueños.

Todas las criaturas son capaces de influir de alguna manera en sus percepciones, unos en mayor grado que otros. Algo que depende de la personalidad de éstas, de su naturaleza y de su fuerza vital. Por lo general, la influencia de las criaturas nativas es menor si la comparamos con aquellas que tienen un origen extranjero (sea cual sea el medio que hayan empleado para conseguir acceder a Dyss). Éstos parecen tener un fuerte influjo en la consciencia de nuestro mundo, siendo capaces de inducir a su paso cambios muy relevantes; a veces espectaculares. En cualquier caso, siempre existen criaturas muy especiales ―también nativas― que, debido a una serie de circunstancias únicas, son capaces de causar un fuerte impacto sobre la Gran Consciencia.

Por último, es necesario recordar que, en Dyss, dada la presencia tan intensa del poder del Ellam Yua, éste es capaz de estimular también efectos por sí misma. Un resultado directo del influjo de una Consciencia sobre un poder que se encuentra en la naturaleza.

 

Continuará…

Edanna, sello personal