Me ha costado un poco por cuestiones de tiempo pero al final he decidido participar en el desafío de los 30 días. Una iniciativa organizada por Kano Goblin en las redes sociales y que me parece muy interesante para conocer otros puntos de vista. Lo bonito de una afición, me parece a mí, es poder compartirla con los demás, conocer gente nueva de la que poder aprender y sobre todo, participar en ella para tener la oportunidad de poder vivir experiencias nuevas. Hay algunas que en muchos casos nunca imaginaste que podrían surgir, como me ha ido pasando a mí. Por eso, y no es que me crea tu abuelita, de compartir este tipo de cosas pueden surgir muchas sorpresas.

Dado que tengo otras ocupaciones, siendo una de ellas no parar de aporrear el teclado durante más de diez horas al día, se me ocurre que la mejor estrategia en mi caso es ir haciendo entradas que agrupen las preguntas de varios días. Lo más probable es que haga una entrada por cada cinco preguntas con la excepción de ésta, en la que van incluidas las preguntas de los días uno y dos.  A final de mes salgo de viaje por lo que seguramente enviaré un fax o algo, o mejor aún publicaré una última entrada antes de marcharme con las preguntas que aún queden pendientes.

La regularidad en el caso de mis entradas es mi Kriptonita pero cuando además de hacer tu trabajo estés escribiendo y la "nena" no pare de tirarte de los faldones para que la arrulles verás que risa…

El desafío de los 30 días

Día 1. ¿Con qué rolero que no has jugado nunca te gustaría jugar? ¿Por qué?

En mi caso la verdad es que es bastante fácil porque de todos los que pueblan la red social donde me meto a buscar mi ración matinal de cotilleos no he jugado con ninguno. Sí he jugado en cambio con gente que no suele conectarse a redes, visitar foros o páginas web de la afición. Casi siempre son con los que juego. Lo que no deja de parecerme interesante ya que hay un amplio porcentaje de aficionados que no "consume" la información de los medios digitales o parcicipa en ellos más que lo necesario.

Me gustaría jugar con mucha gente que he ido conociendo en estos últimos tiempos y de los que me gustan las cosas que hacen o sus actitudes. Citarlos a todos es difícil y delicado porque son muchos en realidad y no me gustaría ni olvidarme ni que se convierta en un Top 40.

Pero me arriesgaré y puedo mencionar a Virginia Berrocal (que dirige Cthulhu además), Neria mami, Raúl Roldán, Raquel Lozano, Tatiana Alejandra, Verion Alendar, Tiberio, Kano, Pedro J., Alba, Justo Molina, Turbiales, Crom (que me parece muy gracioso), Jesús Rolero, Athal Bert, Maestro Terrax, Carlos de la Cruz, Ignacio Muñiz, Borja Aguirre, Axel Castilla, Zonk, Rodrigo G. Carmona, Omar el Kashef, Serbio Rebollo… en serio mucha gente. Me siento mal por no poder citarlos a todos. Son más o menos todos con los que mantengo un contacto o compartimos alguna cosilla, un +1 de esos o intercambiamos algún comentario.

Me hacéis sentir que tengo compañía. Lo digo en serio.

Día 2. ¿Cuál ha sido tu mejor sesión? ¿Por qué?

Pues no me costó mucho pensar esta pregunta porque han sido varias. Entre ellas una que hice con unos chavales de 11 a 13 años que me reí como nunca lo había hecho en toda mi vida por sus ocurrencias y porque se ponían a discutir al comprar los pertrechos de una forma muy graciosa (que si el IPad, una pelota, un pollo asado, un colchón hinchable…), lo que me hizo darme cuenta de lo importante que es ir de tiendas con ellos en el juego. Pero aunque no he podido evitar mencionar esa porque se lo merece, mi mejor sesión fue una partida de la archiconocida Llamada de Cthulhu por varias razones que después han afectado a mi vida y al rumbo de los acontecimientos.

Un día hace ya bastante tiempo me pidieron que organizara una partida. Yo conocía bien a los jugadores por lo que sabía lo que les gustaba. Eso sí, no conocían gran cosa de Lovecraft salvo uno de ellos y precisamente porque los conocía quise evitar andar sacando bichos con tentáculos y pensé en algo más fantasmagórico. Con sus casas encantadas, sus fantasmas del tipo que han emparedado tras el tabique, sus muebles rodando y sus tazas revoloteando por ahí. Vamos, lo que "La llamada" permite hacer tan bien y que en aquellos tiempos pues era casi la mejor opción disponible para poder hacer esas cosas, y casi diría yo que la única… Hoy ya hay muchas más posibilidades desde luego.

La casa Corbitt estaba la primera de la lista de las aventuras para ese día, cómo no.

Pero no sé por qué razón cambié de idea en el último momento y organicé una variante a partir de un libro del que ya he hablado en este blog y sobre el que fijé la vista por casualidad esa misma mañana antes de la sesión. Además también tiré un poco del suplemento de Las tierras del sueño para coger algunas ideas.

La casa estaría justo en los límites de un bosque, estaría encantada pero no sería nada comparado con el encantamiento que pesaba sobre aquel bosquecillo.

Los personajes, atendiendo la petición de alguien, acudían allí buscando alguna noticia del paradero de un profesor de Oxford desaparecido hacía meses. En la casa comenzaban a descubrir pistas de lo que había sucedido a partir de un diario manchado de suciedad y hecho pedazos. Tras ocuparla durante varios días comienzan a "ver fantasmas" que provienen del bosque por lo que deciden organizar una pequeña expedición para descubrir qué es lo que está pasando.

Aquella pequeña excursión que no les debía de tomar más de una mañana se convirtió en una auténtica expedición a una tierra desconocida que les llevaría meses de su vida. Esos meses después se convertirían en años. A medida que los jugadores iban adentrándose en el bosque descubrían que aquello conducía siempre a nuevos paisajes que se iban creando a medida que avanzaban más y más. Sus armas terminaron oxidándose y quedaron inservibles y sin munición. Tuvieron que improvisar, buscar alimento, encender fuego, buscar ropa con la que cubrirse y lidiar con decenas de peligros que a cada momento cruzaba su camino.

Lo que iba a ser una aventura de una noche se convirtió en una campaña que duraría meses, casi un año. La mejor partida que he jugado en mi vida en la cual mis jugadores respondieron, disfrutaron y se maravillaron tanto que siempre me pedían más. Siempre flotaba un ambiente de tensión y maravilla que muy pocas veces he conseguido volver a emular. Alguna que otra vez, pero muy pocas. Algunos llegaron incluso a llamarme por teléfono para comentar cosas que querían que hiciesen sus personajes. La historia les parecía muy interesante y yo descubrí que el tipo de aventuras enfocadas a la exploración de un mundo desconocido son las que más me gustan. Qué puedo decir, aquellas sesiones fueron el sueño de cualquier director de juego supongo.

¿Y por qué fue importante? Porque de aquella partida nació la idea de crear Dyss Mítica, que si sueles visitarme sabrás un poco de qué trata. Primero empezó como una ambientación ya que lo que más me importaba era el escenario pero en los últimos tiempos como sabes se ha convertido en un proyecto serio para crear un juego de rol. Lo que son las cosas…

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Hasta la siguiente entrada.

Edanna
2 de noviembre de 2014

Edanna, sello personal