Dyss, sello general

“Sabed que no hay más poder en la tierra que la voluntad y el pensamiento de la misma. Pues allí donde crece el roble, el nogal y el más insignificante rastrojo de cilantro ―hierba que nos resulta de suma importancia, como veremos más adelante―,  es deber de todos los dioses servir a la tierra ya que ni son enviados ni sirvientes ni criaturas construidas con el soplo de las estrellas para honrar a su creador, ¡no!”
“¡Son los dioses refugiados y huéspedes!”
“Así que, en reconocimiento por tal privilegio, se han impuesto la tarea de servir en lo posible a la magnificencia de todo lo que existe y de todo cuanto nos rodea.”
“Más, ¿y nuestro papel?”
“Pues por lo que parece no tenemos ninguno, más que el de hacer el pan por las mañanas y comérnoslo contemplando las nubes del cielo… Con algún buen trozo de tocino dentro a ser posible…”
“¡Que no es poco!”

De los comentarios de Dierdrath, “La Madre Carnero”, a sus 112 hijos e hijas.

Los Centinelas

Como ya he comentado en la introducción y en apartados anteriores, en Dyss existen poderes guardianes o centinelas. Para muchos pueblos éstos existen como espíritus protectores, estando siempre presentes en el mundo.

Lo interesante de este asunto es que, efectivamente, “Los Centinelas” siempre están muy presentes, cada uno en mayor o menor medida, sobre la superficie de este mundo; algo que depende de forma exclusiva de su naturaleza, de su personalidad y de sus motivaciones y metas personales; particularidades que los determinan y que constituyen sus “aspectos”.

ängel y criatura de maderaSi hay un rasgo que define a Los Poderes, siendo esto precisamente lo que los hace tan extraordinarios, es su capacidad de estar en sintonía y de comunicarse con la Gran Consciencia de una manera única. Los poderes “dialogan” de forma directa con Dyss, aunque en un grado difícil de entender pues ni siquiera ellos están a su mismo nivel de consciencia.

Desde diferentes puntos de vista, es correcto señalar que otra característica trascendental que comparten todos ellos es su naturaleza animista; podríamos decir pues que Los Poderes de Dyss, según su naturaleza y particularidades, se pueden definir como un tipo de panteón animista. Esto significa que la creencia común es que todo, absolutamente todo, está dotado de un ánima o alma. Los Poderes, por tanto, forman parte también de un todo que existe en todas las cosas, esto es: árboles, plantas, rocas, animales, ríos, montañas…, todo cuando forma parte y está presente en el mundo.

Pero no olvides lo que ya comenté en la introducción pues es erróneo catalogar a los poderes presentes en Dyss como dioses en el sentido clásico, no formando tampoco todos juntos ningún tipo de panteón de la manera tradicional, pendiente del mundo como si éste fuese su propiedad o dominio sobre todo lo material. En realidad suelen actuar, como veremos más adelante, de una forma mucho más independiente.

Lo que realmente interesa recordar es que éstos suponen diferentes aspectos, actitudes y filosofías sobre la vida, la muerte y la existencia. De ahí es de donde provienen las repercusiones de seguir tales filosofías como guía moral y filosofía de vida. Unas repercusiones que se expresan a través de ellos más bien de forma indirecta retornando como una serie de ecos, reverberando, pues es su influencia sobre la Gran Consciencia lo que tiene una verdadera trascendencia ya que actúa a modo de caja de resonancia.

Esto produce que, en la práctica, actúen como mediadores, devolviendo un efecto cuyas características dependen de lo que significa cada uno de ellos en cuando a su actitud general frente a la existencia; algo que ya nombramos como sus  “aspectos”.

El resultado es que a través de su intervención y por medio de su contacto ―siempre constante con la Gran Conciencia― ésta decida emprender “cambios” e intervenir, de unas formas algo misteriosas e impredecibles muchas veces, y cuyas consecuencias dependen de cada situación en concreto; un sistema que no obedece a un sistema de reglas inmutable.

No olvides nunca que en Dyss todo está siempre en continuo cambio.

Las consecuencias más directas de su intervención es que algunas criaturas pueden obtener “una serie de ventajas” recibiendo así el privilegio de poseer la capacidad de producir otro tipo de cambios a pequeña escala según su propia voluntad. Esto supone que, desde el punto de vista de otra criatura que sea consciente de ello, tal privilegio se manifieste en la forma de poder individual.

Los Centinelas por tanto no son capaces de otorgar poder o conceder favores ―por sí mismos― en forma de capacidades extraordinarias a otros seres que sigan sus mismas filosofías o los veneren; es más, casi todos mantienen el mismo Precepto de Idrys aplicado a Dyss, que prohíbe cualquier forma de culto dirigido a la Gran Consciencia.

En conjunto, el culto a manifestaciones más allá de la esfera de alcance del mundo mortal resulta extraño e infrecuente en Dyss; aunque de forma bastante contradictoria ―y a su vez algo paradójica― sea algo que sucede todos los días en muchos lugares.

Así es la naturaleza de las criaturas conscientes y de forma bastante particular, en la raza humana.

Además de este hecho, es importante recordar también que existen muchos otros poderes que han conseguido alcanzar un cierto grado de trascendencia de una forma siempre bastante específica en cada caso. Existen bajo diferentes naturalezas como entidades, espíritus y todo tipo de seres que están más allá del alcance de los límites del mundo de los seres mortales.

Algunos son nativos, aunque muchos otros son extranjeros que se han refugiado en Dyss huyendo, en muchos casos, de regiones remotas del multiverso buscando refugio. Uno de los más conocidos y peligrosos, por ejemplo, es Amaru “el cruel”, una criatura que logró ocultarse en Dyss, evadiendo a sus perseguidores, y que proviene de más allá de los límites del mundo.

De donde provienen todas estas entidades, quiénes son y cuáles son sus características constituyen pues una serie de preguntas que obtendrán su respuesta de forma individual, estudiando cada caso en particular. Cada uno tiene su propia historia, motivos y singularidades, no existiendo una razón general que aporte una sola explicación que responda a todas estas preguntas de forma única.

Los poderes Guardianes o Centinelas se dividen en dos grandes grupos: los poderes mayores o “Exaltados” y los poderes menores o “Nómadas”.

Los poderes mayores o “Exaltados” no caminan sobre el mundo sino que han entrado a formar parte de éste. Eso no significa que no puedan desenvolverse como cualquier otra criatura pues es algo que pueden hacer y que hacen día tras día. Se trata más bien de un recurso expresivo para explicar de una forma más atinada que estas entidades forman parte de la gran consciencia, habiendo entrado a formar parte de ella de forma parcial y perdiendo así algo de su propia individualidad.

Ambos pues, la Gran Consciencia y la entidad, se benefician así de forma mutua de un mayor conocimiento y una trascendencia sólo destinada a las criaturas que, suponemos, están más allá de los límites de la muerte. Una creencia errónea de todas formas pues todas las criaturas, incluyendo a Dyss, pueden morir y lo harán, algún día. Cuando se está más allá de las preocupaciones mundanas se inicia un sendero sin final destinado a tratar de entender el Multiverso. Un camino que se inicia por medio de este tipo de trascendencia.
Algunos de los poderes Exaltados son, por ejemplo: Morthid, Uro  o Kaleth.

Los poderes menores o “Nómadas” caminan sobre el mundo como criaturas normales, una expresión que resulta tan literal que no sería pues extraño que un día pudieses estar compartiendo junto a uno de ellos una cerveza con canela (NdE: ¡anda, pruébala!) en alguna taberna sin darte cuenta o incluso, de tener la desgracia de tropezar con otro mientras te encuentras surcando las aguas del océano.

Cada miembro de este grupo de criaturas está mucho más próximo a los seres mortales comunes y corrientes que sus hermanos mayores “Exaltados”, con la salvedad de que están dotadas de un poder tal de unión con la Gran Consciencia que las hace ser algo único, lo que les confiere una serie de extraordinarias capacidades; esto las hace ser tan especiales que es todo un desafío comprender sus motivaciones.
Aunque varía en cada caso, su actitud general se debe a que han decidido enfocar su vínculo con Dyss de una forma concreta por lo que la tarea de actuar como centinelas es la principal misión que se han impuesto a sí mismos. Una tarea, eso sí, que ha elegido cada uno de ellos de manera independiente y en la cual Dyss no ha intervenido jamás en ningún caso.

Un rasgo más común que comparten entre ellos es que mantienen íntegra su individualidad, significando cada una entidades únicas e independientes aunque dotados de una gran sintonía con la Gran Conciencia; una cualidad que les permite comunicarse con ella al igual que sus hermanos Exaltados de una forma que ninguna otra criatura presente en Dyss puede conseguir.
Como veremos, cada una tiene sus propias motivaciones, en algunos casos no teniendo éstas nada de altruistas. Algunos de los poderes Nómadas son, por ejemplo: Anningan o Tugal.

Es muy importante recordar también que diferenciamos a los poderes según sea su lugar o entorno de origen.
Algunos de los poderes son nativos, es decir, que son naturales de Dyss desde el primer momento de su existencia, habiendo nacido pues en el mundo como, por ejemplo: Andróval o Eilan.

Otros son mitagos, lo que significa que fueron creados por Dyss de acuerdo con la creencia, compartida por lo general, de un conjunto de criaturas y que la Gran Consciencia, al captarlo, decidió dar forma, concibiéndolo y depositando ese concepto sobre el mundo en la forma de una manifestación física y material; sean cuales sean las motivaciones que tenga para querer hacer algo así.
Algunos poderes tipo mitago en Dyss son, por ejemplo: Krakatos o Curadhan.

Por último, algunos poderes son extranjeros, lo que indica que han venido de lugares remotos y distantes, más allá de los límites exteriores de Dyss. Las razones para ello dependen de cada uno en la mayoría de los casos.
Algunos poderes extranjeros en Dyss son: Dierdrath o Danann.

Nueve poderes mayores forman el grupo de los Exaltados mientras que los Nómadas integran un grupo de once poderes menores, constituyendo entre todos un grupo de veinte entidades.

En las siguientes publicaciones describiré cada uno de los poderes, tanto los Nómadas como los Exaltados, que se encuentran presentes en Dyss.