Archivos mensuales: julio 2005

El son de tus alas…

Por |2007-02-07T14:44:56-05:00julio 30th, 2005|Libro de horas|

El bosque calla en estos dias. Son los dias del estío. En el calor de la tierra se gesta todo lo que dará paso a la próxima estación. En los dias del estío la tierra no entiende de iras. Si cae sangre a la tierra, esta se resquebraja y se abre, para absorber el púrpura a lo más profundo de sus entrañas, pues no hay peor daño para la tierra que el

Las Furias

Por |2013-03-04T00:53:37-05:00julio 20th, 2005|Todas las cosas jamás soñadas|

La pantera y el jaguar se encontraron en un claro de la selva. Los árboles callaron, todos los seres se escondieron e incluso las plantas y las flores detuvieron su crecimiento. Todos sabían que, la pantera y el jaguar se amaban. Un amor furioso. Un amor destructivo. Las furias de la selva. Se miraron detenidamente, en silencio durante largos minutos. Dando vueltas, a distancia. El olor de uno impregnaba al otro, excitados,

Vespertilio

Por |2007-02-07T14:44:08-05:00julio 15th, 2005|Libro de horas|

La luz de la luna entró por mi ventana y me despertó. Intenté recordar si había tenido pesadillas. No, no he tenido. Se cumplió el don del árbol de Edea. Me la imaginé acurrucada en su camita, allá en casa de su tia, y me invadió la ternura. La luna brillaba de forma mágica esta noche, cálida y amarilla, al estar baja en el horizonte, distorsionada por el aire caliente de la

El árbol de Edea

Por |2005-09-16T00:47:57-04:00julio 10th, 2005|Libro de horas|

Con la puesta de sol, Ainoha y yo nos dirigimos al encuentro de un lugar muy especial. - ¿ A dónde vamos ? Preguntó la niña - A visitar a un viejo amigo. Le contesté. La niña daba saltitos todo el trayecto, persiguiendo saltamontes. Los pastizales, debido al calor del verano, ahora están secos, plagados de insectos,y, las aves del cielo, exitadas ante tanto alimento, lllenan el aire de cantos agudos en

Muerte, me enamoré de tí

Por |2007-02-07T12:12:59-05:00julio 5th, 2005|Libro de horas, Todas las cosas jamás soñadas|

Y si la suerte me es propicia, te vislumbraré así. Muerte, me he enamorado de tí. Me gusta tu sonrisa eterna, tu mirada alegre y esa piel tersa de las damas de antaño. Los dias y las noches se hacen difíciles. El dolor me atenaza por todos los rincones. Punzadas y destellos que me dejan cegado a cada instante, mi espalda grita y me hace estremecer. Mi pierna rebelde, no acepta haber

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